Chile: la región de Temuco apuesta por el pellet de madera, energía 100% limpia
Una de las ciudades más contaminadas del país, apuesta por este combustible que incluye una amplia oferta e incluso proyectos inmobiliarios que lo integran a sus sistemas de calefacción.
Hace dos años, Traiguén Energy comenzó a producir y distribuir este tipo de biomasa con la premisa de que se debía apostar por una energía 100% limpia que hiciera frente a otras ofertas del mercado. Por esos días, comenzaron con una producción de 100 toneladas de pellet que serían distribuidas en Santiago, Puerto Montt y Temuco. En la actualidad, la producción llega a 500 toneladas con proyecciones de ampliar las faenas a dos turnos para alcanzar las 1.000 toneladas.
Cómodo, amigable con el medio ambiente e, incluso, más económico que el gas o la electricidad, son las características que aventuran un futuro promisorio a la industria del pellet y lo convierten en la energía del futuro.
Bien lo saben las empresas distribuidoras de este combustible en la Región de La Araucanía, que han experimentado el “boom” de la comercialización de estufas y calderas a pellet, debido a los graves problemas de contaminación ambiental que afectan a Temuco, que incluso han motivado a las autoridades a prohibir el uso de leña.
Hace dos años, Traiguén Energy comenzó a producir y distribuir este tipo de biomasa con la premisa de que se debía apostar por una energía 100% limpia que hiciera frente a otras ofertas del mercado. Por esos días, comenzaron con una producción de 100 toneladas de pellet que serían distribuidas en Santiago, Puerto Montt y Temuco. En la actualidad, la producción llega a 500 toneladas con proyecciones de ampliar las faenas a dos turnos para alcanzar las 1.000 toneladas.
El gerente de CORMA sede Araucanía, destaca además que este tipo de combustible, a diferencia de la leña, “no está afecto a restricción de uso (en días de emergencia y preemergencia de calidad del aire) por lo que cada día un mayor número de hogares e industrias están incorporando su uso”.
Un estudio de la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción concluyó que si hace una década se producían casi 5 mil toneladas anuales de pellet, en la actualidad la cifra supera las 30 mil toneladas. La creciente demanda por este tipo de biomasa también elevó a una treintena el número de empresas dedicadas a la distribución de pellet e incluso ha motivado a constructoras a incorporar en sus proyectos inmobiliarios sistemas de calefacción a pellet.
Con una producción mensual de 800 toneladas, destacan que si bien el costo inicial que realiza el usuario por una estufa a pellet es mayor si se compara con un sistema de calefacción a gas o eléctrico, es una inversión que se recupera. Conocedores de la industria indican que un domicilio de 80-100 metros cuadrados requiere de 1.200 kilos de pellet por temporada, es decir de enero a septiembre.
La calidad del calor de la estufa a pellet es distinta. Usted carga la estufa una vez al día, la puede apagar de forma automática y el almacenamiento es más limpio. En cambio, si pensamos en la leña, si se le acaba a la 10 de la noche tiene que salir de la casa, volver a llenar con astillas y ahí se genera un problema.
El gerente regional de CORMA, destaca el desarrollo promisorio del pellet y sus cualidades: materia prima abundante, barata, un producto limpio, fácil de transportar y almacenar. Plantea que este producto sustentable más que emerger como un sustituto de la leña, “es una oportunidad para diversificar la matriz energética en calefacción y usos en industrias y servicios y, para ello, el pellet es una de las mejores alternativas ya que al ser un producto homogéneo, compacto y con un bajo contenido de humedad, se logra una combustión muy eficiente y bajos índices de contaminación de material particulado 2.5”, subraya el personero gremial.
Garantizar abastecimiento
En el año 2014 y cuando la industria del pellet daba sus primeros pasos, un quiebre entre la oferta y la demanda generó problemas de abastecimiento de esta biomasa lo que significó que para esa temporada hubiera un déficit de poco más de 5 mil toneladas. La mayor compra de estufas y calderas a pellet generó más de un dolor de cabeza a los usuarios que debieron buscar otras alternativas de calefacción.
En la industria aseguran que se trató de un problema aislado y que superado ese impasse, junto a la aparición de un creciente número de empresas distribuidoras, la disponibilidad de biomasa está 100% asegurada.
El uso del pellet partió muy bien, pero como hubo un quiebre de stock, hace dos años, y no era un producto masificado, la gente tuvo miedo de cambiarse y se estancó la compra de calderas y estufas. Recién el año pasado la gente se dio cuenta que había oferta y empezó a ganar confianza y ahora es increíble cómo se disparó la compra de estufas y calderas
Sostienen que el “boom” por esta biomasa es promisorio para la incipiente industria del pellet
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