
Hallazgo insólito: un bosque de pinos en excelente estado emerge tras 6.000 años sepultado bajo el hielo
En el mundo hay millones de bosques. Algunos están cerca de centros urbanos, otros en lugares remotos e inaccesibles, pero todos cumplen un papel clave: mantener el equilibrio del planeta. Son, literalmente, el pulmón de la Tierra. Cuando se habla de un bosque nuevo, lo primero que viene a la mente suele ser una reforestación, una plantación reciente o la recuperación de una zona arrasada por el fuego. Pero este descubrimiento va por otro camino. No es un bosque sembrado hace poco. Es un bosque antiguo, que estuvo ahí durante miles de años, sepultado bajo el hielo. Y ahora, con el deshielo provocado por el calentamiento global, ha vuelto a emerger.

TE PUEDE INTERESAR

Buenos Aires, junio de 2025 ? En el marco de la 30ª edición de BATEV ? Exposición Internacional de la Construcción y la Vivienda, se realizará el Meeting 2025 ? Jornada CEDU | AEV, un espacio de diálogo estratégico que abordará una de las grandes deudas del sistema económico argentino: la creación de un mercado sostenible de crédito a la vivienda. Bajo el lema¿Qué falta para acelerar la herramienta más necesaria en el actual contexto? la jornada tendrá lugar el miércoles 25 de junio a partir de las 15:45 hs, en el Auditorio del Pabellón Azul de La Rural.

Con una carrera ejemplar de casi medio siglo, el técnico agrometeorólogo José Olinuck se jubila del INTA Cerro Azul dejando para el sector productivo del NEA un trabajo estadístico invaluable sobre temperaturas, lluvias y otras condiciones metereológicas, además de la consolidación de una red de estaciones agrometeorológicas. Su labor silenciosa, meticulosa y constante permitió anticiparse al clima y mejorar las decisiones de miles de productores. Cuando en 1978 José Olinuk ingresó como técnico al INTA Cerro Azul para hacerse cargo del área de agrometeorología, seguramente no imaginaba que su trabajo marcaría a fuego el desarrollo de esta disciplina en la región. Hoy, a pocos días de su jubilación, repasa con emoción una vida entera dedicada a observar el clima, recolectar datos, emitir boletines y, sobre todo, ser fuente confiable de información para productores, investigadores, docentes y estudiantes.

Tras 70 años de trayectoria, la icónica firma argentina cambia de dueños y apuesta a la reactivación productiva, expansión comercial y desarrollo forestal sostenible.