Día Mundial de la Reducción de CO2 | FAIMA convoca a la industria de la construcción a optar por más madera
El domingo 28 de enero, en conmemoración del Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de Dióxido de Carbono (CO2), desde la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) instaron a la industria de la construcción y a la sociedad en general a elegir la madera como material primordial en las edificaciones actuales y futuras. Esta invitación se realiza en reconocimiento de la capacidad única de la madera para capturar dióxido de carbono, junto con otros beneficios medioambientales.
El escenario gl
ayando la urgencia de reducir las emisiones de CO2 en un rango del 28% al 42% para alcanzar las metas de 2°C y 1,5°C para 2030 (*).
Para abordar este problema, desde la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (FAIMA) proponen la elección de materiales naturales de construcción sobre aquellos de combustibles fósiles como una herramienta eficaz, además de fomentar la reforestación y concienciar sobre prácticas sostenibles con bajas emisiones de carbono.
El cambio climático es un desafío urgente y complejo, destacando la relación directa entre la concentración de gases de efecto invernadero (GEI), la temperatura media global y el aumento progresivo del dióxido de carbono (CO2) derivado de la quema de combustibles fósiles desde la Revolución Industrial.
EN ESTE CONTEXTO, LA MADERA DESEMPEÑA UN PAPEL CRUCIAL AL PROVENIR DE UNA GESTIÓN FORESTAL SOSTENIBLE, PERMITIENDO LA SUSTITUCIÓN DE PRODUCTOS NO RENOVABLES Y DE ALTA INTENSIDAD ENERGÉTICA POR ALTERNATIVAS RENOVABLES Y DE BAJA EMISIÓN DE GEI
En sintonía con este enfoque, la ONU ha presentado recientemente el informe «Materiales de construcción y el clima: Construyendo un nuevo futuro» (**), destacando la necesidad de priorizar y utilizar madera y otros materiales biológicos para reducir la degradación de los ecosistemas, lo que podría resultar en ahorros de emisiones de hasta un 40% para 2050.
La madera, proveniente de una gestión forestal sostenible, contribuye significativamente a la transición hacia una economía y consumo con bajas emisiones de carbono.
La capacidad de la madera para almacenar CO2 no solo se refleja en su uso en construcciones sólidas como muebles y pisos, sino también en su capacidad para reemplazar productos derivados de combustibles fósiles y de alta demanda energética, como combustibles, plásticos y productos químicos.
Daniel Vier, vicepresidente de FAIMA y experto en construcción con madera, destaca el crecimiento constante del mercado de construcción con madera en Argentina. «La madera, que antes se limitaba a elementos decorativos y construcciones rurales, ha ganado popularidad en la construcción de viviendas más eficientes y sostenibles», sostiene el empresario.
LA MADERA NO SOLO ALMACENA CARBONO, SINO QUE TAMBIÉN OFRECE SOLUCIONES PARA SUSTITUIR PRODUCTOS DE ORIGEN FÓSIL Y DE ALTA DEMANDA ENERGÉTICA.
A través de políticas públicas que promuevan la preservación de bosques, la plantación de árboles y el uso sostenible de la madera, junto con el compromiso de empresas y ciudadanos, se puede avanzar hacia una construcción más sostenible y una economía circular.
La madera se posiciona como una elección clave para reducir la huella de carbono y alcanzar la neutralidad de carbono necesaria para abordar el cambio climático y avanzar hacia una bioeconomía circular.
Entre los principales beneficios de utilizar más madera como material de construcción se destacan:
- Bajo impacto medioambiental de la producción. La madera es fácilmente reciclable para hacer otros productos; y al final de su vida útil, puede utilizarse como combustible.
- La madera es el único material de construcción que almacena carbono. Los materiales a base de madera se pueden utilizar en la mayor parte de cualquier edificio para capturar carbono de la atmósfera, esto permite la reducción de CO2.
- La madera sustituye a los combustibles fósiles tradicionales, aportando energía con un balance neutro de CO2: el CO2 liberado por la combustión de la madera equivale a la cantidad que la madera absorbió durante su crecimiento. Por tanto, esta combustión no contribuye ni al efecto invernadero ni al calentamiento global.
- La energía de la madera es “limpia” porque evita ser depositada en vertederos y minimiza los costos de eliminación de desechos. Las impurezas producidas por la combustión se filtran dentro de las unidades de producción de energía antes de ser descargadas a través de chimeneas.
«La madera tendrá un rol protagónico en el desafío de transformar las grandes ciudades en lugares más sustentables a través de la bioeconomía. De hecho, las ciudades que utilizan madera en la construcción se convierten en infraestructuras de captura y almacenamiento de carbono. Incluso, los parques y la ubicación estratégica de árboles alrededor de los edificios, disminuyen el consumo de energía en las edificaciones para calefacción y refrigeración. Por eso, la madera, los árboles y los bosques son la columna vertebral de las ciudades climáticamente inteligentes: las biociudades», finaliza
obal presenta desafíos alarmantes con inundaciones, sequías, olas de calor extremo y eventos climáticos, subrn.
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