
Kiri, un árbol mágico
La naturaleza nunca deja de sorprendernos con sus maravillosas creaciones
La naturaleza nunca deja de sorprendernos con sus maravillosas creaciones, por eso hoy te presentamos un árbol que es excepcional: la Paulownia Tomentosa, conocido como Kiri o Arbol Emperatriz, al que también podría bautizarse como “El Arbol Mágico”. ¿Por qué te decimos esto? El Kiri absorbe más dióxido de carbono que cualquier otro árbol, emite grandes cantidades de oxígeno, sus gruesas y profundas raíces salvan de la erosión los suelos, sobrevive al fuego (debido a su capacidad de regenera las raíces), vive hasta 100 años y retoña hasta 5 veces del mismo tronco. Además, tiene la velocidad de crecimiento más elevadas del Reino Vegetal: en un año crece cuatro metros y medio.

TE PUEDE INTERESAR

Desempeñan un papel crucial en la conservación de los ecosistemas forestales La naturaleza está llena de maravillas y procesos sorprendentes que a menudo pasan desapercibidos. Uno de estos fenómenos es la capacidad de un pequeño animal para plantar millones de árboles cada año, desempeñando un papel crucial en la conservación de los ecosistemas forestales.

El suministro de madera como materia prima es fundamental para la industria mundial de la carpintería y el procesamiento de la madera, que se reunirá en LIGNA 2025 en Hannover del 26 al 30 de mayo. Como reflejo de ello, la sección forestal de la feria líder mundial mostrará todos los aspectos de los métodos optimizados de aprovechamiento de la madera. La maquinaria forestal moderna a gran escala, los aserraderos móviles, la logística inteligente y el transporte seguro -como pioneros técnicos en el aprovechamiento de la madera como material y energía- serán los protagonistas, junto con los esfuerzos cruciales para preservar los bosques como fuente sostenible de materias primas para las generaciones futuras y prepararlas para los retos del futuro.

En el mundo hay millones de bosques. Algunos están cerca de centros urbanos, otros en lugares remotos e inaccesibles, pero todos cumplen un papel clave: mantener el equilibrio del planeta. Son, literalmente, el pulmón de la Tierra. Cuando se habla de un bosque nuevo, lo primero que viene a la mente suele ser una reforestación, una plantación reciente o la recuperación de una zona arrasada por el fuego. Pero este descubrimiento va por otro camino. No es un bosque sembrado hace poco. Es un bosque antiguo, que estuvo ahí durante miles de años, sepultado bajo el hielo. Y ahora, con el deshielo provocado por el calentamiento global, ha vuelto a emerger.